Este lunes, el gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, desestimó las probabilidades de cambios importantes en la política monetaria del país para el segundo semestre del año. «El impulso inherente de crecimiento de China aún es muy fuerte. No vemos un patrón de desaceleración sostenida», indicó.

Las declaraciones de Zhou representan la evidencia más reciente de que las autoridades chinas están tranquilos con el ritmo más lento de crecimiento, especialmente dado que la economía continúa creando empleos.

La economía se expandió 7,5% en el segundo trimestre frente a un año antes, menos que la tasa de crecimiento de 7,7% del primer trimestre. Si el país registra un crecimiento del 7,5% en el año, sería la tasa más lenta desde 1990.

Haciendo eco de las declaraciones de primer ministro Li Keqiang hace unas semanas, Zhou señaló que impulsar una reforma podría ayudar a fomentar el crecimiento, más que afectar a la economía.

También señaló que las condiciones financieras en el sistema bancario ahora se encuentran estables. «En el mediano plazo, la liquidez general es amplia», informó. «Los problemas a corto plazo no tendrán un impacto grande», añadió.

Zhou indicó que nuevas reformas al sector financiero de China, que apuntan a introducir mayores fuerzas en el mercado, podrían estar en carpeta. China ha señalado que planea elevar las tasas máximas que los bancos pueden pagar a los depositantes, pero no ha dicho cuándo.

Fuente: The Wall Street Journal