Gobierno argentino tomará medidas para frenar caída de reservas

El Gobierno argentino dijo este jueves que prepara medidas para frenar la fuerte caída de las reservas internacionales del Banco Central, pero descartó que vaya a realizar grandes anuncios económicos como especulaba el mercado local.

Las reservas cayeron un 26%  desde fines de diciembre del 2012 a menos de 32.000 millones de dólares debido a que la entidad monetaria se vio obligada a volcar divisas al mercado local por la escasez de dólares.

El nivel de dólares en las arcas del banco central es un factor crítico para la sostenibilidad de la tercera economía latinoamericana, debido a que el Gobierno las utiliza para cancelar sus deudas en divisas, financiar gigantescas importaciones energéticas e intervenir en el mercado de cambio para evitar una brusca devaluación de la moneda local.

«No vamos a hacer nada que genere bruscos cambios en la economía y que genere incertidumbre para el futuro», señalo el nuevo ministro de Economía, Axel Kicillof. «Nosotros tenemos unas reservas que han sufrido una rebaja pero que están en niveles consistentes, están muy fuertes con respecto a cualquier etapa histórica», agregó.

La presidenta Cristina Fernández anunció el lunes el cambio de hombres clave de su gabinete de ministros, incluido el ministro de Economía y el jefe de Gabinete de Ministros, en un intento por darle oxígeno a su Gobierno después de haber sido derrotada en una elección legislativa a fines de octubre.

El peso argentino se depreció este jueves, en un mercado que esperaba anuncios de Kicillof para detener la caída de las reservas.

El funcionario dijo que probablemente el viernes anunciará su equipo, aunque fuentes del Ministerio de Economía dijeron que los secretarios de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y de Finanzas, Adrián Cosentino, permanecerían en sus puestos.

En tanto, el saliente secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, será reemplazado por Augusto Costa, un economista de la confianza de Kicillof.

El nuevo jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo más temprano que se tomarán medidas para frenar el drenaje de las reservas del Banco Central, dando a entender que al menos se profundizarían actuales restricciones para la utilización de tarjetas de crédito en el extranjero.

Los consumos de los argentinos en el exterior están provocando la mayor demanda de dólares que el Banco Central se ha visto obligado a satisfacer.

Aunque ha acelerado el ritmo de devaluación en los últimos meses, el Gobierno mantiene al peso artificialmente elevado para evitar mayores presiones inflacionarias, pero esto ha perjudicado a las exportaciones del país por la pérdida de competitividad.

«Hay objetivos con respecto a la cuestión cambiaria, que es garantizar por un lado la previsibilidad, darle tranquilidad a la gente que no se va a hacer en este gobierno nada que perjudique a los trabajadores (…) y tampoco a los empresarios», aseguró Kicillof.

Las menores exportaciones, la falta de acceso a los mercados de capitales tras la cesación de pagos del 2002 y la política económica intervencionista de Fernández que mantiene alejada del país a la inversión extranjera son causa directa de la escasez de dólares.

«Cuidar nuestras reservas significa para nosotros no destinarlas a asignaciones de carácter suntuarios sino a todo lo que significa generar una matriz de insumo producto que promueva la industrialización», dijo Capitanich en su primera conferencia de prensa.

Reportes de prensa dijeron que Kicillof podría aumentar los impuestos que gravan el uso de tarjetas de crédito en el exterior para desacelerar la caída en las reservas.

Actualmente, las compras de los argentinos en el extranjero son penalizadas con un gravamen del 20% sobre su valor.

Los activos locales registraron en las últimas dos ruedas alta volatilidad a la espera de que el Gobierno anunciara nuevas medidas económicas.

LA CUESTIÓN CAMBIARÍA

También hubo especulaciones sobre un desdoblamiento del tipo de cambio con la creación de un dólar para el turismo que desaliente los consumos de argentinos en el exterior.

«Desde el punto de vista cambiario, ustedes van a observar una serie de medidas y acciones que tengan que ver con previsibilidad, con estímulos a las exportaciones y con acciones concretas», explicó Capitanich. «No vamos a entrar en esa lógica que se pretende instalar sobre si vamos a desdoblar el tipo de cambio», agregó sin explicar a qué se refería.

A fines del 2011 Fernández impuso un severo control de cambio para frenar una fuga de capitales, y que prohíbe a los ahorristas comprar dólares, impide las transferencias de divisas al extranjero y restringe el acceso de los importadores a la moneda estadounidense.

Los mayores controles dispararon la cotización de la moneda estadounidense en el mercado negro, donde existe una brecha cambiaria superior al 60% ante la plaza interbancaria.

Capitanich también dijo que buscará acuerdos de precios con los productores de bienes y servicios para controlar la alta inflación en el país, que economistas cifran en más del 25% anual pero que el Gobierno apenas reconoce ronda el 10%.

«(Queremos) que el consumidor tenga un precio razonable y que la cadena (de valor) tenga rentabilidad», dijo el funcionario.

El Gobierno lanzó este año varias iniciativas que fracasaron para fijar los precios de los alimentos básicos.

 

Fuente: Reuters

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *