La fusión de American Airlines y US Airways sigue en espera

American Airlines y US Airways Group

Las aerolíneas enfrentan un desafío que podría hundir el acuerdo que tanto trabajo les costó armar, un intercambio de acciones que crearía la mayor empresa del sector por tráfico. Para el 13 de agosto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos interpuso una demanda judicial con el fin de bloquear la operación por razones de competencia. La inesperada intervención del gobierno dejó a las dos partes en una posición incómoda mientras siguen con la planificación que iniciaron en febrero, cuando anunciaron la unión, para un complejo proceso de integración que demorará años.

Algunos ejecutivos de US Airways ya se habían mudado al área de Dallas, donde se ubicaría la sede de la aerolínea combinada. Ahora, ejecutivos de las dos empresas que preveían perder sus cargos deben decidir si quedarse y ayudar a operar las aerolíneas durante el proceso judicial o buscar nuevos empleos, según personas al tanto.

Las partes esperan negociar pronto un calendario para el juicio. Un abogado antimonopolio de US Airways informó la semana pasada que las aerolíneas «esperan llegar a juicio antes de fin de año».

El presidente ejecutivo de US Airways, Doug Parker, quien dirigiría la nueva American Airlines Group Inc., les dijo a sus empleados que esperaba que las aerolíneas tuvieran éxito en el litigio para poder completar la fusión antes de fin de año. Las empresas no pueden darse el lujo de esperar mucho, ya que podrían verse obligadas a hacer concesiones extrajudiciales para calmar al Departamento de Justicia.

El acuerdo de fusión vence a mediados de diciembre si no recibe aprobación de los reguladores para entonces, si una orden del gobierno prohíbe la operación o si alguna de las empresas decide abandonarla, según el contrato. De acuerdo con personas cercanas a la situación, las aerolíneas pueden extender el plazo de mutuo acuerdo.

AMR, que durante buena parte del año pasado se resistió a la fusión, no podrá parecer blanda en su defensa de la transacción, dicen estas fuentes, y tampoco se espera que lo haga. La empresa tiene obligaciones fiduciarias y contractuales para pelear por el acuerdo porque su junta directiva y sus acreedores ya lo aprobaron.

Se espera que el comité que representa a los acreedores de AMR, que están convencidos de que una fusión les ofrece un mejor resultado financiero que una salida de la corte de bancarrota como empresa independiente, mantenga la presión sobre la compañía para que defienda la operación.

Los sindicatos de American, que apoyan la fusión porque les ofrece mejores términos en sus contratos, son otro factor a tener en cuenta. Allied Pilots Association, que representa a los 8.000 pilotos de American, prometió «desplegar una amplia gama de tácticas» para mostrar su apoyo a la fusión ante el público, el Congreso y los fiscales generales de varios estados que se unieron al Departamento de Justicia en la oposición al acuerdo, señaló Keith Wilson, su presidente.

Entre tanto, Parker y Tom Horton, presidente ejecutivo de AMR, deben considerar un futuro en el que sus respectivas empresas permanezcan independientes. Con pocas otras opciones de fusión en un sector cada vez más consolidado, ninguna de las dos tiene una forma rápida de crecer para competir con United Continental Holdings y Delta Air Lines, ambos frutos de recientes fusiones.

Las aerolíneas confiaban en obtener la aprobación y habían fijado el 30 de agosto como la fecha de cierre de la fusión. Parker, de US Airways, se mudó hace poco al área de Dallas, al igual que al menos otros dos altos ejecutivos de la aerolínea que habían sido seleccionados para integrar el equipo ejecutivo de la empresa combinada.

 

Fuente: The Wall Street Journal

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