Una demanda interna de combustible en alza, impulsada por el control de los precios nacionales por parte del Estado brasileño, está fragmentando las ganancias de Petrobras.

La compañía petrolera tiene que pagar en dólares estadounidenses por importaciones de combustible, para luego vender internamente en la moneda nacional a precios extremadamente bajos.

Los aumentos aprobados por el gobierno sobre los precios del combustible, que entraron en vigencia el trimestre pasado, parecieron mejorar la situación. Sin embargo, la caída del real brasileño ha revertido ese avance.

No obstante, gracias a las manifestaciones recientes, se espera que el gobierno probablemente no aumente más los precios del combustible hasta después de las elecciones de octubre de 2014.

Realizando una comparación con la empresa estadounidense Chevron se obtiene que en términos de reservas y capacidad de refinación las dos son muy similares, pero el valor del mercado de Petrobras equivale solamente 82.000 millones de dólares, es decir, un tercio del de Chevron.

Se considera que un aspecto positivo del crecimiento lento es que la demanda interna del combustible también debería aumentar lentamente. Eso aliviaría algunas de las pérdidas en las operaciones de refinería y marketing.

Fuente: online.wsj.com