Bajos precios del petróleo, una reforma impositiva cuestionada por empresarios y un panorama internacional adverso amenazan con enfriar la economía de Colombia y frenar el impulso que la hizo brillar entre las más grandes de América Latina en los últimos años.
El desplome del crudo por un exceso de oferta en el mundo y la menor demanda de materias primas reduciría los ingresos fiscales de Colombia, fundamentales para combatir la desigualdad y pobreza que afecta a casi 3 de cada 10 colombianos.
Para tapar el hueco fiscal, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos decidió mantener impuestos próximos a expirar y subir otros. Pero eso desalentaría la inversión extranjera, clave del auge económico, y frenaría proyectos de expansión de empresas que han contribuido a bajar el desempleo a un dígito.
«La caída del precio del petróleo sin duda que nos va a afectar, no total, pero sí un porcentaje importante», admitió Santos, que enfrenta un panorama de vacas flacas para su segundo mandato frente al «boom» económico de su primer periodo.
Pero más allá del precio del crudo y los impuestos, para el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el menor crecimiento de China -el principal comprador de materias primas del mundo- así como la lenta recuperación de Estados Unidos y la Zona Euro se sumarían al cóctel que amenaza a la economía colombiana.
Colombia ha sido la estrella entre las grandes economías de Latinoamérica: el Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido en promedio más de un 4 % al año en la última década.
Aunque ha ido reduciendo un poco sus expectativas, el Gobierno espera que en el 2015 se expanda en el mejor de los casos un 4,5%, muy por encima de Argentina, Brasil y de México.
Pero para algunos los pronósticos suenan demasiado altos.
«Las señales que hemos recibido del empresariado no son buenas. Hay señales para los próximos años que nos hacen pensar que las razones de optimismo que hemos tenido en los últimos años se pueden ir diluyendo», dijo el jefe de la Asociación Nacional de Empresarios Colombianos, Bruce Mac Master.
ALARMAS ENCENDIDAS
Los focos rojos se prendieron cuando el precio del crudo, la mayor fuente de recursos por exportaciones, regalías e impuestos para la cuarta economía regional, llegó a mínimos en cinco años.
Los precios hoy se ubican un 33% por debajo del promedio plasmado en el presupuesto del Gobierno de 98 dólares por barril para este año y de 97 dólares para el próximo.
Y para peor, Colombia está produciendo este año menos de su meta de un millón de barriles diarios por demoras en la entrega de licencias ambientales, protestas sociales, y ataques de la guerrilla a los oleoductos.
«Estamos contrarrestando (la caída del precio del petróleo)con políticas como estimular más la construcción, que jalona la demanda interna y proyectos de infraestructura», dijo Santos.
El Gobierno está invirtiendo más de 21.000 millones de dólares en construcción de carreteras y proyecta gastar 10.000 millones de dólares en 500.000 nuevas viviendas para los pobres.
Aunque hay algo de preocupación por un posible aumento del déficit fiscal, para los analistas el gasto del gobierno puede ser un salvavidas en medio de la tormenta.
«La enorme palanca que está haciendo el Gobierno en inversión en infraestructura vial está haciendo que la economía colombiana pueda crecer por encima del promedio de América Latina», dijo José Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario, aunque dudó que ese ritmo de inversión gubernamental sea sostenible con el complicado contexto internacional.
Fuente: Reuters