El próximo año, Rusia perderá el puesto como el mayor productor de petróleo ante EE.UU., que a su vez ya ha sido superado por China como el mayor importador del energético.
Estados Unidos superará a Rusia gracias al auge de su petróleo de esquisto, que ha reorganizado el panorama energético mundial, dijo la Agencia Internacional de Energía (AIE).
La predicción se hace sólo unos días después de que estimaciones oficiales mostraron que Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de petróleo, cedió el primer lugar como importador global a China, pues su producción de petróleo de esquisto redujo sus necesidades de compra.
“Con una producción de más de 10 millones de barriles por día en los dos últimos trimestres, su nivel más alto en décadas, el país se convertirá en el más grande productor de líquidos (de petróleo) fuera de la OPEP en el segundo trimestre del 2014, superando a Rusia. Y eso ni siquiera considera los biocombustibles y las ganancias de las refinerías”, dijo la AIE en su reporte mensual.
El resurgimiento de Estados Unidos como productor de petróleo está redibujando nuevamente la diplomacia mundial de energía, con una nueva etapa en sus relaciones con su histórico aliado y principal productor de la OPEP, Arabia Saudita.
Ahora grandes productores como Rusia están forzados a invertir miles de millones de dólares en oleoductos nuevos hacia Asia, debido a que ya no pueden depender de la demanda desde Occidente, y deben lidiar con una China cada vez más firme.
El asesor de energía de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que la producción de líquidos de Estados Unidos promediará 11 millones de barriles por día (bpd) en el 2014 frente a los 10.86 millones en Rusia.
El fuerte incremento en la producción estadounidense permitirá que el suministro total fuera de la OPEP crezca a un promedio de 1.7 millones de barriles por día en el 2014, con un máximo de 1.9 millones en el segundo trimestre, el crecimiento anual más alto desde la década de 1970, dijo la AIE.
China sale de compras
China redoblará la adquisición de compañías de petróleo y gas en el extranjero para alimentar la creciente expansión de su demanda de energía, al tiempo que supera a Estados Unidos como el mayor importador neto de crudo del mundo.
El centro neurálgico de Asia, que ya es el mayor importador mundial de una serie de materias primas, lideró el crecimiento de la demanda mundial de petróleo en buena parte de la década pasada, manteniendo alto el valor del crudo incluso mientras las débiles economías de Occidente y la creciente producción de esquisto en Estados Unidos reducen el consumo global.
El esperado cambio podría fortalecer más la posición de China en los mercados petroleros mientras el este asiático ejerce una creciente influencia en el comercio global.
“Las crecientes importaciones van a ser un impulso para las adquisiciones“, dijo Alex Yap, consultor de energía de FGE en Singapur. “Desde el punto de vista de la nación, (China) tiene una agenda de seguridad de suministros, pero desde la opinión de las compañías chinas, está interesada en crecer por sí misma y convertirse en un imperio”, agregó.
Las dificultades en elevar la producción local han llevado a compañías chinas, como China National Offshore Oil Co. (CNOOC) y Sinopec, a invertir más de 100 mil millones de dólares desde el 2009 en activos de petróleo y gas para elevar las importaciones, mostraron datos de Thomson Reuters.
CNOOC busca duplicar su producción anual de petróleo y gas de casi 60 millones de toneladas a 120 millones de toneladas de petróleo equivalente, o 2.6 millones de barriles por día, al 2020 y a 180 millones de toneladas al 2030.
Pekín también ha invertido miles de millones de dólares a través de créditos subvencionados y asistenciapara asegurar suministros de petróleo y gas en África y Sudamérica.
“Los operadores estatales Unipec y Chinaoil están negociando más en el mercado global que la cantidad que compran para la demanda de refinación local”, dijo un funcionario comercial familiarizado con las estrategias de adquisición de crudo de China.
“Cuando hacen adquisiciones en el extranjero, a menudo construyen refinerías como un respaldo para asegurarse bloques de petróleo y gas, dándoles flexibilidad para tomar petróleo o combustible refinado, o comprometerse en una serie de acuerdos de intercambio”, agregó.
Las cifras de la EIA mostraron que el consumo de petróleo de China superó su producción en 6.3 millones de barriles por día (bpd) en septiembre, lo que implica que la diferencia es demanda de importaciones.
Prevén menor demanda del petróleo de la OPEP
El crecimiento robusto compensará las interrupciones de la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y proporciona un colchón para los precios del petróleo, que de otro modo hubieran subido a niveles mucho más altos que el precio actual de 100 dólares el barril.
El suministro de crudo de la OPEP cayó a menos de 30 millones de bpd por primera vez en casi dos años, por fuertes disminuciones en las exportaciones libias e iraquíes debido a protestas y reparaciones de terminales, y a pesar de que la producción saudita superó los 10 millones de bpd por tercer mes seguido.
La AIE dijo que el crecimiento en la producción fuera de la OPEP fue tan fuerte que volvió a reducir sus estimaciones para la demanda de crudo de la Organización el próximo año en un promedio de 100 mil bpd a 29 millones de bpd, efectivamente 1 millón de bpd por debajo de los niveles de bombeo actuales.
La Agencia mantuvo en general su pronóstico del crecimiento global de la demanda de petróleo para el 2014 en 1.1 millones de bpd, con un incremento de sólo 1.2 %, y dijo que el panorama macroeconómico estaba mejorando.
“Datos de la demanda europea han sorprendido en forma positiva recientemente, en medio de reportes de que la recesión de la zona euro terminó en el segundo trimestre del 2013 y señales de mejoras en la confianza en los negocios”, dijo la AIE.
Sin embargo, agregó que veía riesgos de deterioro significativos debido a la disputa por el presupuesto en Estados Unidos y por depreciaciones en las monedas de muchas economías de mercados emergentes.
Fuente: Reuters