El rublo subió el martes a un máximo de dos semanas impulsado por medidas de control de capital informales tomadas para evitar que se repita la inflación y las protestas que marcaron la crisis financiera de Rusia en 1998.
El Gobierno fijó el martes límites a los activos netos en moneda extranjera de los exportadores estatales. Fuentes bancarias y del Gobierno dijeron que el banco central había instalado supervisores en las mesas de operaciones en monedas de los principales prestamistas estatales.
En la jornada el rublo llegó a las 52,88 unidades por dólar, su nivel más alto desde el 8 de diciembre, pero posteriormente recortó su avance a un 0,8% a 55,34.
Economistas dijeron que las medidas eran efectivamente una versión más suave de los controles de capital, pero que el presidente Vladimir Putin, cuya popularidad se basa principalmente en la estabilidad financiera y la prosperidad creciente mantendría su promesa de no recurrir a controles totales.
«Ya han obligado a los exportadores del Gobierno a vender sus dólares, y yo supongo que lo mismo va a pasar con los bancos, por lo que en cierta forma los controles de capital ya están implementados», dijo Sergei Guriev, economista exiliado que dejó Rusia tras criticar al Kremlin.
Los rusos han seguido de cerca los movimientos de la moneda desde que la hiperinflación destruyó sus ahorros tras el colapso de la Unión Soviética, antes de que Putin llegara al poder.
El rublo se hundió a un mínimo histórico a mediados de diciembre por la baja de los precios del petróleo y las sanciones impuestas por Occidente.
El martes, el primer ministro Dmitry Medvedev dijo que Rusia se arriesgaba a caer en una recesión.
Antes del reciente repunte, el rublo llegó a depreciarse hasta las 80 unidades por dólar, desde un rango promedio de 30 a 35 rublos del primer semestre de 2014.
El Gobierno ruso dijo el martes a las grandes firmas exportadoras que para el 1 de marzo sus activos netos en moneda extranjera tenían que estar en los niveles que tenían el 1 de octubre y presentar reportes semanales al banco central.
CONTROLES
«Obviamente, las empresas son libres de mantener moneda dura, también son libres de implicarse en operaciones especulativas. Pero nos reservamos en ese caso el derecho a no ayudarlas si pasan por momentos complicados», dijo una fuente del Gobierno.
Pese a que tras la crisis financiera de 2008 y 2009 la decisión de limitar el flujo de dinero es más aceptable, el tema en Rusia tiene significado político.
Los flujos de capital se liberalizaron hace apenas 10 años y las restricciones evocan recuerdos de una caótica turbulencia financiera.
Las autoridades rusas están siendo pragmáticas. Fuentes del sector bancario y fuentes cercanas al Gobierno dijeron que la semana pasada el banco central empezó a enviar supervisores a vigilar las operaciones cambiarias en las principales entidades rusas.
El banco central calcula que las fugas de capital neto llegarán este año a los 130.000 millones de dólares y que Rusia ya no puede permitirse perder más.
Economistas anticipan que la economía de Rusia se contraerá un 3,6% en 2015.
El banco central no quiso hacer declaraciones sobre el tema y se limitó a decir a Reuters que tendría conversaciones con los exportadores para mantener la estabilidad en el mercado cambiario.
Fuente: Reuters