Costa Rica: Curva de riesgo soberano toma forma

TITULOS-DE-BONOs

Costa Rica entró al mercado internacional con la colocación de los bonos de deuda externa o eurobonos en el 2012, hecho que además sirvió para establecer una valoración y su respectiva comparación del denominado riesgo país.

Esa comparación consiste en la que se hace entre el rendimiento o precio que tienen los bonos costarricenses y los de otros países, especialmente los de Estados Unidos (bonos del Tesoro).

También surge la posibilidad de hacer comparaciones con los bonos similares de otros países.

Adicionalmente, la emisión de eurobonos permite construir una curva de rendimientos de bonos internacionales, aunque, por el momento, tiene pocos puntos con la que se puede elaborar, pues depende la cantidad de emisiones que estén en el mercado.

Todo se resume en que se trata de tener más información de cómo se percibe y cuánta es la capacidad de Costa Rica para hacer frente al pago de su deuda.

Eduardo Rodríguez, director general de la firma Proveedor Integral de Precios Centroamérica (Pipca), explicó que la utilidad de la curva está en dar una mejor y más ordenada toma de decisiones, pues al existir más transparencia en el sistema también será mayor la confianza que se brinde a los inversionistas.

Caso contrario pasa a nivel local, donde la curva es alimentada por más instrumentos y ha sido posible ver el efecto de la baja de intereses en los últimos meses, aunque con la crítica de que algunos de los papeles incluidos tienen pocas negociaciones.

El Gobierno retomó en el 2012 la tarea de emitir en el mercado internacional con la aprobación de la Ley 9070, que le permitió al Ministerio de Hacienda endeudarse por medio de bonos hasta un máximo de 1.000 millones de dólares por año y un total de 4.000 millones de dólares.

Fue de esa manera como de nuevo se empezó a repoblar de puntos la curva internacional de Costa Rica. Primero con el bono del 2023 y luego este año con los instrumentos que vencen en el 2025 y el 2043.

Al llevar a cabo este proceso, surgieron otros hechos que no son consecuencia de las emisiones de Hacienda, pero sí se vieron beneficiadas.

Primero, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) realizó una emisión de 500 millones de dólares al 2013 en mayo pasado. Más recientemente, a inicios de agosto, el Banco de Costa Rica (BCR) lanzó bonos por 500 millones de dólares a un plazo de cinco años.

La conformación de esos títulos toman en cuenta los datos que den los eurobonos, es decir, reflejan el riesgo país dado en los bonos soberanos.

El país impone un techo en la colocación establecido por la curva soberana y dependiendo de las garantías que ofrezcan los otros emisores así será el riesgo que se les asigne, es decir, la tasa de interés o el precio en el mercado, agregó Rodríguez.

Aunque los bonos del ICE y el BCR provienen de entidades públicas, no son vistos como emitidos por el Estado y, por lo tanto, tampoco pueden entrar a formar parte de la curva soberana.

No obstante, en las operaciones en el exterior, la percepción de los inversionistas es que esas entidades tienen una solidez y probabilidad de impago similar a la de Costa Rica, dijo Rodríguez.

Incluso, en las calificaciones de riesgo, el BCR logró las mismas que tiene el Gobierno por parte de las calificadoras.

Solo una referencia

Para el asesor financiero Juan Carlos Araya, si bien las emisiones del ICE y BCR son distintas a nivel internacional se perciben de manera similar a las del propio Gobierno.

Incluso, calificó de hábil la estrategia del BCR de acudir a la firma Moodys para obtener una calificación, pues es la única de las tres más grandes en este campo que le ha dado a Costa Rica el grado de inversión.

Para Araya, todos estos bonos pueden ayudar a generar una idea de cómo está la curva de rendimientos.

Ronald Vargas, también asesor en el mercado de valores, afirmó que, aunque no todos los títulos son soberanos, sí pueden dar una referencia de cuál es el riesgo y los rendimientos de Costa Rica en los mercado internacionales.

Por su parte, Douglas Montero, gerente de mercado internacional del puesto de bolsa Mercado de Valores, es del criterio que la curva soberana debe respetar la inclusión solamente de títulos emitidos por el Gobierno y que, más bien, los del BCR, el ICE y cualquier otro emisor que acuda al exterior será visto como un corporativo de Costa Rica.

En caso de que a la curva le hicieran falta puntos para una mejor formación, Montero dijo que eventualmente se podrían incluir datos de bonos locales, solo para generar una referencia.

Según Vargas, la curva internacional aún le faltan más puntos o bonos que sean referencia para conformarla y que de esa manera deje ser teórica.

Sin embargo, una incipiente curva en el exterior y una local fue parte de la información que atrajo meses atrás los capitales de inversionistas extranjeros, pues pudieron comparar el nivel de rendimientos locales y externos de Costa Rica.

 

Fuente: El Financiero

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