El Banco Central de Colombia, llamado Banco de la República, quiere elevar los costos de endeudamiento en cuanto la desaceleración económica del país muestre señales claras de recuperación, lo que podría ocurrir para fin de año, según una alta funcionaria del banco.
«Tener bajas tasas de interés tiene riesgos», señaló en una entrevista Ana Fernanda Maiguashca, codirectora y miembro con derecho a voto de la junta directiva del banco central. «Por eso mientras aguardamos que la evidencia (de una recuperación) se acumule, también seguimos de cerca las cosas de las que tenemos que preocuparnos».
La economía de Colombia, impulsada por el petróleo y el carbón, creció un promedio de 5% al año entre 2010 y 2012, a medida que las políticas del gobierno más abiertas al mercado y las victorias del ejército contra las guerrillas izquierdistas alentaron la entrada de inversión extranjera.
Pero la economía se expandió sólo 2,8% en el primer trimestre frente al año anterior, debido a una demanda global a la baja y una caída en los precios de las principales exportaciones colombianas, incluyendo el café y el oro. El Banco de la República indica que el crecimiento para todo el año será de alrededor de 4%.
A causa de esta desaceleración, el banco recortó las tasas de interés en dos puntos porcentuales desde julio de 2012, y la tasa de interés de referencia se ubica ahora en 3,25%, una de las más bajas en toda América Latina. Con menores costos de endeudamiento, el banco busca facilitar que las empresas y los consumidores obtengan créditos para viviendas, autos o inversiones, impulsando así la actividad económica.
Pero Maiguashca, de 39 años, apuntó que ella y otros banqueros centrales están monitoreando la situación para garantizar que las tasas de interés muy bajas no afecten la estabilidad financiera del sistema bancario. Las tasas de interés bajas que se mantienen durante un período largo pueden poner en aprietos a los bancos privados al reducir el margen entre los intereses que pagan sobre los depósitos de clientes y las tasas que les cobran a los deudores.
«No tenemos señales de alarma en este momento, pero observamos cosas como portafolios de préstamos y prestamos atrasados», precisó.
Maiguashca, oriunda de Cali, la tercera mayor ciudad de Colombia, indicó que el banco central apunta a comenzar a subir las tasas de interés una vez que la economía repunte.
«Prevemos una recuperación económica durante la segunda mitad del año, pero no hay mucha evidencia sólida de esa recuperación», dijo.
Indicó que el gasto público en viviendas e infraestructura impulsaría un mayor crecimiento durante el resto de 2013. Además, dijo que la economía también podría beneficiarse de una mayor demanda externa a medida que repuntan las economías de Europa y Estados Unidos, aunque en ese aspecto se mantiene un tanto pesimista.
Pero el momento preciso del aumento en las tasas sigue siendo incierto.
«La postura que tenemos en este momento, una postura expansiva, es la señal adecuada para mantener el crecimiento de la economía. Sobre si eso va a cambiar a corto plazo o no —en diciembre, o enero o marzo—, digamos solamente que soy muy mala para leer el futuro», destacó.
La próxima reunión del banco se llevará a cabo el 30 de agosto. Además de decidirse sobre las tasas de interés, la junta también podría votar para decidir si continuará su intervención en el mercado cambiario, donde el banco compra al menos US$30 millones diarios en el mercado al contado para debilitar el peso frente al dólar y fortalecer así la competitividad de los exportadores colombianos. Está programado que la política concluya a fines de septiembre.
Maiguashca, que fue nombrada miembro de la junta en febrero, convirtiéndose en la segunda mujer en integrar el organismo de siete miembros, dijo que además de comprar dólares para modificar el tipo de cambio, existen otros motivos para extender la política.
«Pienso que comprar reservas internacionales es una buena idea en tiempos de incertidumbre», indicó.
La mayoría de los analistas prevén que el banco extienda el plan de compra de dólares. Otros miembros de la junta del banco han expresado su apoyo en días recientes para mantener la intervención cambiaria, quizás hasta fin de año. El peso está 8,3% a la baja este año, y cerró el miércoles en 1.926 pesos frente al dólar. El peso se fortaleció 10% en 2012.
El peso más fuerte contribuyó a un creciente déficit de la cuenta corriente del país, que llegó a 3,3% del Producto Interno Bruto en el primer trimestre comparado con 1,9% del PIB un año antes, a medida que las exportaciones se encarecieron y los productos importados se abarataron, lo que redujo mucho el superávit comercial del país.
Esta es una de las principales quejas de las decenas de miles de trabajadores agrícolas del país que iniciaron un paro nacional esta semana, exigiendo más políticas proteccionistas del gobierno. Dicen que los nuevos tratados de libre comercio con EE.UU. y otros permiten que demasiados bienes importados de precios bajos ingresen al país.
Fuente: The Wall Street Journal