El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elevado una décima su previsión de crecimiento para España, al 1,3% en 2014 y al 1,7% en 2015, mientras ha rebajado las del conjunto de la zona euro, al 0,8% y al 1,3% respectivamente, según las nuevas proyecciones del organismo publicadas este martes.
Las anteriores, del mes de julio, pronosticaban que la eurozona crecería el 1,1% este año y el 1,5% en 2015.
El FMI afirma que el crecimiento en España está «apoyado por la demanda externa, así como por una mayor demanda doméstica, que reflejan una mejora en las condiciones financieras y un aumento de la confianza».
«En contraste», el FMI señala que Italia ya se contrajo en el primer semestre de 2014 y, «sobre una base interanual, no se prevé que regrese a tasas de crecimiento positivas hasta 2015». Para 2014, la economía italiana se contraerá un 0,2% (en julio, el FMI preveía un crecimiento de 0,3%) y en 2015 se expandirá el 0,8% (1,1%).
Para Alemania, primera economía de la zona euro que atravesó con mayor holgura la crisis financiera y de la deuda, el FMI revisó su crecimiento a la baja, al 1,4% en 2014 (1,9%) y al 1,5% en 2015 (1,7%), principalmente por la «una demanda interna más débil».
El crecimiento de la segunda economía de la zona euro, Francia, se frenó en la primera mitad de 2014 y las proyecciones fueron revisadas a la baja: al 0,4% para este año (0,7%) y al 1% para 2015 (1,4%).
Para el FMI, la recuperación económica, que «prácticamente se detuvo desde principios de año», «sigue siendo frágil y desigual» entre los diferentes países, con tasas de desempleo elevadas, una inflación muy baja y poca inversión.
El FMI estima que la política monetaria debe ser «acomodaticia» y que el Banco Central Europeo (BCE), que llevó a cabo en junio y en septiembre «acciones enérgicas», debe, si la perspectiva de la inflación sigue igual, hacer más, incluso emprendiendo un programa de compra masiva de deuda pública.
«El alto riesgo de un crecimiento alargado y lento y de una baja inflación», si se materializa, tendrá repercusiones en toda Europa, estima el FMI.
Para revertir la situación, además de las medidas de apoyo del BCE, la zona euro debe «completar» las reformas estructurales, estima el FMI, reformando el mercado laboral para hacerlo más flexible en los países con importante deuda pública. Los países con una economía más sólida, continúa el FMI, deben a su vez promover las inversiones.
Esto «aumentaría la productividad, el empleo y el crecimiento y ayudaría a reequilibrar mejor la situación en la zona euro», en donde el FMI observa una situación «desigual», no sólo entre las economías más afectadas por la crisis y el resto, sino dentro de estos dos grupos.
Fuente: AFP