Las empresas y familias españolas que se declaran en quiebra aumentaron un 6,5% en 2013, alcanzando la cifra récord de 9.660, anunció este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE), que recuerda que la construcción es el más afectada.
Aunque la subida es menor que en 2011 (+15,1%) y 2012 (+32,2%), la cifra sigue siendo elevada respecto a la de antes de la crisis: 1.147 quiebras en 2007.
En 2013, son sobre todo las empresas las que han sufrido, con un aumento de las suspensiones de pagos del 10,4% hasta las 8.934 quiebras, mientras que los hogares han mejorado su situación con una reducción de las quiebras del 25,6% hasta 726.
Sacudido por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, el sector de la construcción en España sigue siendo el más afectado por las quiebras de empresas, que representan el 26,6% del total, seguido por el comercio (18,5%) y el segmento de la industria y la energía (17,3%).
Varios nombres emblemáticos en España tropezaron en 2013: en febrero, el promotor inmobiliario Reyal Urbis se vio ahogado por su deuda de 3.600 millones de euros, en lo que fue la segunda mayor quiebra de la historia del país.
Uno de los líderes mundiales del congelado, Pescanova, que emplea a más de 10.000 personas en el mundo, se declaró en suspensión de pagos en abril.
El 13 de noviembre, hizo lo propio Fagor, empresa emblemática de los electrodomésticos, amenazando más de 2.000 empleos en España.
Aunque la suspensión de pagos debería ayudar a sanear las cuentas de la empresa para permitirles relanzarse, en España, según la casa de corretaje Axesor, un 94% de las suspensiones de pago acaban en liquidación.
España, cuarta economía de la zona euro, salió de dos años de recesión en el tercer trimestre y creció un 0,3% en los tres últimos meses de 2013.
Pero, en el conjunto del año, el PIB cayó un 1,2% y la tasa de paro se mantiene en nivel muy alto del 26,03%, lo que mina el consumo de los hogares, debilitando a las empresas, que también se enfrentan a la reticencia de los bancos a prestar dinero.
En total, según la federación de pequeños empresarios ATA, cerca de medio millón de empresas (que constituyen lo esencial del tejido industrial español) han desaparecido desde el comienzo de la crisis.
Fuente: AFP