Europa avanza hacia la recuperación económica, y si bien se encuentra en un punto de inflexión tras salir de la recesión, aún no ha logrado levantar el pie del freno por las dudas en torno al sistema financiero y el elevado desempleo.
Europa está pasando de la estabilización a la recuperación, “pero, si bien hay señales positivas, sobre todo en España, no es para entusiasmarse y dormirse en los laureles”, señaló a Efe Vincenzo Scarpetta, analista del centro de estudios Open Europe.
Un aspecto que podría aportar incertidumbre a este panorama más optimista es un resultado peor de lo previsto del análisis del estado de salud de la banca por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (ABE), y si los líderes se estancan en las negociaciones sobre el mecanismo único de resolución bancaria, que completará la unión bancaria, advierten los expertos.
La eurozona salió de la recesión más grave de su historia en el segundo trimestre del año, al igual que la UE de los Veintisiete, lo que hace mirar con más optimismo al cierre del ejercicio.
Si no hay acontecimientos que enturbian este panorama habrá más notas positivas para 2014 y 2015, según reflejarán las previsiones macroeconómicas que la Comisión Europea (CE) publicará el martes.
También España salió finalmente de la recesión en el tercer trimestre del año, al crecer la economía un 0,1 %, tras encadenar cinco años de crisis económica y nueve trimestres de caída del PIB.
En España destacan el excedente de la balanza de pagos, la caída de los costes laborales y la consiguiente recuperación de la competitividad, e incluso, destacan en Bruselas y en otras capitales, una ligera disminución del paro.
No obstante, tanto el Gobierno español como los expertos advierten de que todos estos datos “no son para entusiasmarse” demasiado temprano, según Scarpetta, porque los “problemas de fondo siguen, como las elevadas tasas de paro y de deuda”.
“La recuperación es muy débil y requerirá mucho tiempo”, agrega este analista.
En mayo pasado, la CE rebajó ligeramente (en una décima) sus proyecciones del PIB español para 2013, al augurar una contracción del 1,5 %, si bien mejoró (igualmente en una décima) sus cálculos para 2014, cuando la economía española podría crecer el 0,9 %.
El Gobierno español prevé que el PIB se contraiga un 1,3 % este año, en línea con las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que crezca un 0,7 % el próximo año, por encima del repunte del 0,2 % pronosticado por el organismo con sede en Washington.
Para el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, “las economías europeas (..) están en un punto de inflexión. Experimentamos una recuperación sutilmente modesta este año y estaremos en una posición más fuerte el próximo”.
En sus últimas proyecciones de mayo, el Ejecutivo comunitario predijo que la eurozona acabaría 2013 con una contracción del 0,4 % antes de remontar en 2014 con un avance del 1,2 % del PIB, mientras que el conjunto de la UE cerraría el año con una caída del 0,1 % para registrar, a cambio, el próximo ejercicio una subida del 1,4 %.
Pero más allá de que las nuevas previsiones del próximo martes reflejen una nota más positiva en el conjunto de la eurozona y de la UE, al darse la recuperación sobre una base más amplia por componentes económicos, todavía quedan importantes retos, entre ellos las elevadas tasas de desempleo, sobre todo el juvenil.
Rehn ha comenzado recientemente a predecir “una mejora en la situación de desempleo en el curso del próximo año”.
Mientras, el FMI augura “enormes” desafíos para la recuperación, en especial debido al “inaceptable” alto nivel de desempleo y los problemas de acceso al crédito en los países de la periferia que amenazan con el estancamiento.
En sus últimas proyecciones, la CE auguró que 2013 se cerrará con un paro del 12,2 % y en 2014 con una décima menos en la eurozona, al tiempo que en la UE se quedaría en ambos ejercicios en el 11,1 %.
Aunque la CE ve un repunte en las exportaciones y en la demanda interna, la recuperación no llama a todas las puertas de los Estados miembros por igual y a Bruselas le preocupa asimismo el gran superávit comercial de Alemania.
“Hay una importante divergencia entre los países miembros, incluidos los niveles todavía inaceptables de desempleo en muchos Estados” de la Unión, recalcó Rehn recientemente.
También el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, puso una nota de cautela cuando dijo esta semana en Madrid que las medidas de la eurozona han logrado restaurar la calma en los mercados financieros y “la recesión parece haber acabado”, pero es “dudoso” que eso signifique que los Diecisiete se hayan recuperado plenamente de la crisis.
Fuente: EFE