Esta semana Estados Unidos iniciará negociaciones comerciales con Europa y se preparará para conversar con ciertos países de Asia-Pacífico; con el fin de impulsar el crecimiento económico. Expertos consideran que este tipo de acuerdos ejercerá presión sobre una de las economías más importantes como lo es China, que actualmente se encuentra ausente dentro de la mesa de negociaciones.
Michael Wessel, miembro del Comité de Evaluación Económica y de Seguridad EE.UU.-China, aseguró que el país asiático tiene que decidir si se adaptará a las reglas del comercio internacional o por el contrario seguirá manejándose bajo sus propias normas.
En el día de hoy en Washington se iniciarán las conversaciones con la Unión Europea, enfocándose más que todo en: eliminar aranceles sobre exportaciones e importaciones, reconocer estándares de la industria de cada uno y facilitar el acceso al comercio transatlántico.
El subdirector ejecutivo para asuntos internacionales de la Cámara de Comercio de EE.UU., Myron Brilliant, señaló que «Europa y Estados Unidos no van a esperar a China; van a avanzar». Sin embargo, se espera que un acuerdo entre EE.UU. y Europa podría incentivar a China a poner más empeño en su comercio bilateral e inversión con Washington
Dentro de esta semana, el gobierno estadounidense también se prepara para próximas conversaciones por el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP: siglas en inglés), el cual incluye a Perú, Chile y México en América Latina y economías de mercado abierto en Asia exceptuando a China.
Yukon Huang, ex jefe de China del Banco Mundial y socio sénior del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, comentó que un pacto de libre comercio entre estos países podría tener un efecto más directo sobre China que un acuerdo entre EE.UU. y la Unión Europea, lo que pondría en peligro su papel como ensamblador final de teléfonos y aparatos cuyas piezas vienen de otros países.
Sin embargo, Wessel explicó que dependiendo de como se establezcan las reglas del TPP los países que lo integran podrían llegar a impulsar el comercio de productos parcialmente fabricados en China.
Por su parte, el representante comercial de Estados Unidos, Michael Froman, comentó que «nuestros esfuerzos en estas negociaciones no están dirigidos a un país específico, sino a desarrollar altos estándares y nuevas disciplinas que fortalezcan el sistema de comercio internacional y creen condiciones iguales de competencia para nuestros trabajadores y empresas».
Fuente: online.wsj.com