Una sólida recuperación en Estados Unidos probablemente se impondrá sobre las preocupaciones globales cuando la Reserva Federal concluya el miércoles su última reunión de política monetaria del 2014, en que los consejeros indicarían que aún se encaminan a elevar las tasas de interés el próximo año.
Con los precios del petróleo en caída libre, Japón en recesión y la debilidad de la zona euro, la Fed sopesará por segunda reunión consecutiva la aparente fortaleza de la economía de Estados Unidos contra riesgos en el exterior, que ahora incluyen a una posible crisis cambiaria en Rusia, un importante exportador de petróleo.
Comentarios recientes de funcionarios de la Fed han mantenido el énfasis en señales económicas alentadoras en Estados Unidos, incluyendo una fuerte creación de puestos de trabajo y un incremento del gasto del consumidor.
Según los economistas, es improbable que los más recientes problemas globales cambien ese enfoque.
Además, la caída de los precios del petróleo tiene un doble efecto, porque al mismo tiempo que amenaza a economías dependientes del crudo, como Rusia, beneficia a otras.
Los menores precios del petróleo son considerados algo positivo para el crecimiento económico de Estados Unidos a largo plazo, pero presentan un lastre inmediato sobre la inflación y podrían recortar empleos e inversiones en la industria energética.
«Rusia no tendrá influencia alguna en la Fed», comentó el economista jefe para Estados Unidos de Capital Economics, Paul Ashworth. «El colapso en los precios del petróleo es inequívocamente bueno para la economía de Estados Unidos», agregó.
La atención se concentrará en qué tan enérgicamente la Fed manifiesta su fe en las perspectivas estadounidenses, y en particular en si elimina su frase de que esperará un «tiempo prolongado» antes de elevar las tasas. La mayoría de los economistas prevé que esa frase será eliminada del comunicado.
fuente: Reuters