Los mercados ya sienten el impacto del nuevo default en el que cayó la Argentina luego de que fracasaran las negociaciones con los fondos buitre.
Las primeras transacciones electrónicas que se llevan a cabo en la plaza de Nueva York confirman esta mañana una importante caída de bonos y acciones argentinas, que ayer se materializó de inmediato en el mercado contínuo, tras la certeza de la entrada en default del país y el abrupto cierre de la negociación entre privados.
Los primeros datos de hoy indican que el Global 17 baja más de 7% con respecto al cierre de ayer, mientras que el Discount en dólares con legislación de Nueva York pierde 12% y el Boden 2015 cae 2%.
En tanto, las acciones de YPF -bastante castigadas ayer en el after market- retroceden 5% y cotizan en 36,95 dólares en Wall Street.
El bono Discount en dólares al 2033, en Londres, caía esta mañana 14 puntos para ofrecerse a un precio de US$ 82, cediendo todas las fuertes ganancias de ayer, cuando hubo una alza general de las acciones y títulos argentinos ante la expectativa de que un acuerdo con los holdouts era inminente.
A su vez, el costo de asegurar deuda argentina a un año contra un default subía 21 puntos básicos a 4.708 puntos básicos, según Markit, indicando que los mercados apuestan a una alta probabilidad de un default en el corto plazo. Pero los seguros contra un incumplimiento de pago a cinco años (CDS) caían más de 400 puntos base a 1.444 puntos básicos, reflejando la visión de algunos inversores de que la Argentina aún podría alcanzar un acuerdo en el mediano plazo.
Con el correr de las horas y cuando comiencen a operar Wall Street y la Bolsa porteña, la situación de los bonos y acciones argentinas podría empeorar. Ayer, los bonos de la deuda se revalorizaron hasta 16% y la Bolsa local marcó un nuevo récord histórico, tras avanzar un 7% al cabo de la rueda de negocios más activa de los últimos años y ante un mercado eufórico por la gestión que llevaron adelante los bancos locales ante los fondos buitre, aunque, con el correr de las horas, quedaría claro que -por el momento- no había sido fructífera.
A las señales de distensión del clima financiero, que la realidad se encargaría de burlar pocas horas más tarde, hay que sumar el repliegue del 3,3% que mostró el dólar en el mercado paralelo (cayó de $ 12,80 a 12,38).
También el derrumbe del 20% en la tasa de riesgo país (retrocedió de 680 a 546 puntos para retornar a su menor nivel en 3 años) y hasta un súbito abaratamiento del 21% en los costos de un seguro contra default, pese a que se trata de contratos que quedaron mucho más cerca de poder ser ejecutados (posibilidad latente a 72 horas de que las calificadoras decreten el incumplimiento).
El desfase entre los tiempos y pronósticos del mercado y los hechos se produjo porque la rueda de negocios concluyó antes de que la agencia calificadora Standard & Poor’s anunciara que el país había vuelto a caer en default al no poder cumplir con los pagos del servicio de renta del bono Discount que quedaron bloqueados por la sentencia del juez Griesa, al haber expirado los 30 días de gracia para evitarlo.
Fuente: REUTERS