En el último tiempo, las tendencias del mercado cambiario han evolucionado en gran medida junto con los datos económicos de Estados Unidos, mientras los inversionistas tratan de predecir cuándo la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos comenzará a reducir su programa de compra de bonos.
Pero una tendencia que se mantendrá por largo tiempo es el debilitamiento del yen, pese a sus recientes avances frente al dólar, según lo señaló el analista del mercado Dennis Gartman.
«Japón no tiene opción. Tiene que llevar su moneda a niveles demostrablemente más bajos y va a mantenerla ahí», sostuvo. Eso se debe a que un yen más débil ayudaría a impulsar las exportaciones y el crecimiento económico, junto con hacer que la enorme carga de deuda de Japón sea un poco más manejable.
En lo que va de este año, el yen se ha debilitado cerca de 12% frente a la moneda estadounidense, que llegó a subir hasta Y103,74 en junio. Sin embargo, el viernes el dólar se negociaba en Y97,520, lo que se compara con los Y97,39 de la sesión previa.
Gartman recomienda vender el yen frente a las denominadas monedas de lengua inglesa: la libra esterlina y los dólares estadounidense, canadiense y neozelandés.
Además prefiere las monedas vinculadas a los bienes básicos, como los dólares de Canadá y Nueva Zelanda, en términos más generales y no solo frente al yen. Vaticina que las tasas de interés en estos mercados subirán, lo que debería atraer flujos a estas divisas. Ni siquiera el menor crecimiento de China debería socavar demasiado la demanda de bienes básicos o las monedas vinculados a ellos, agregó.
Fuente: The Wall Street Journal