Glaxo es acusada de sobornos en China

Andrew Witty

Andrew Witty, presidente ejecutivo de GlaxoSmithKline PLC., actualmente se enfrenta al incómodo problema de defender a la empresa ante acusaciones de pago de sobornos en China que presuntamente se produjeron durante su mandato.

Witty tomó las riendas de Glaxo cuando la farmacéutica era investigada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por supuesto mercadeo ilegal de sus antidepresivos y otros medicamentos. Para el 2012, el asunto fue resuelto cuando la empresa aceptó la culpabilidad en el caso.

«En los últimos años, cambiamos fundamentalmente nuestros procedimientos de conformidad, marketing y ventas en EE.UU. para asegurarnos de que operamos con altos estándares de integridad y que realizamos nuestros negocios de forma abierta y transparente», indicó Witty a la vez que agregó que Glaxo había «aprendido de los errores que se cometieron».

Sin embargo, las nuevas acusaciones, interpuestas en julio por el Ministerio de Seguridad Pública de China, colocan al ejecutivo en una posición de comprender qué salió mal en las operaciones chinas de la compañía.

Hace poco, Witty indicó que parecía que algunos altos gerentes de Glaxo en China habían violado la ley de ese país. «Personalmente, estoy muy decepcionado de que se hayan realizado estas acusaciones. Son vergonzosas» agregó. Sin embargo, finalizó diciendo que «algo que les puedo garantizar es que aprenderemos de esto y haremos cambios».

Hasta fines de julio, la policía china tenía detenidos a 18 empleados de Glaxo en la ciudad central de Zhengzhou, según la emisora estatal china. No obstante, la empresa contrató a la firma de abogados Ropes & Gray LLP, con sede en Boston, para llevar a cabo una «evaluación independiente» sobre la conducta de los gerentes de Glaxo en China.

Algunos accionistas señalan que el asunto plantea dudas sobre el rigor de la reforma de marketing de Witty. Durante la mayor parte de su gestión como presidente ejecutivo, Witty se concentró en acusaciones de marketing ilegal en EE.UU.

En junio, Glaxo informó que la investigación sobre sus acusaciones no encontró evidencias de irregularidades. Sin embargo, unas semanas más tarde, las autoridades chinas tomaron a la empresa por sorpresa al iniciar su propia pesquisa sobre acusaciones similares.

Las autoridades allanaron las oficinas de Glaxo en Shanghai, Beijing y Changsha el 27 de junio. Glaxo afirma que no supo el propósito del operativo hasta el día siguiente, cuando la policía de Changsha emitió un comunicado informando que investigaba a empleados de la empresa por delitos económicos.

Hasta el 11 de julio, cuando las autoridades chinas detallaron las acusaciones de sobornos, la frase «delitos económicos» era todo lo que Witty y su equipo sabían sobre la investigación china, sostiene la compañía.

 

Fuente: online.wsj.com

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