Japón, Estados Unidos y Europa presionan para que el liderazgo de los mercados emergentes se reduzca

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Por primera vez desde mediados de 2007, las economías desarrolladas, incluyendo Japón, Estados Unidos y Europa, contribuyen más a la economía global de 74 billones de dólares que las economías emergentes, entre ellas China, India y Brasil, según datos compilados por la firma de inversión Bridgewater Associates LP.

Entre las fuerzas que impulsan el cambio se destaca un Japón que resurge tras años de estancamiento. Los economistas calculan que el Producto Interno Bruto (PIB) japonés creció 3,6% interanual en el último trimestre, un poco más lento que el 4,1% del primer trimestre, pero un salto significativo tras años de estancamiento.

El repunte de la economía estadounidense ha alimentado una expansión constante aunque discreta. En cuanto a Europa, se espera que los informes, que serán publicados esta semana, muestren que su economía se recuperó ligeramente en el último trimestre, revelando un leve crecimiento después de una prolongada recesión.

A la vez, las economías emergentes están en problemas o se enfrían tras su estelar desempeño de los últimos años. Esta tendencia podría presentar nuevos desafíos para empresas en todo el mundo con importantes operaciones globales.

El presidente ejecutivo de la empresa fabricante de equipos industriales y mineros llamada Flexible Steel Lacing, Richard White indicó que las condiciones en todo el mundo «se desaceleraron en un grado mucho mayor que lo anticipado».

«La raíz del problema parece ser China», agregó White, «la demanda que tenían, el apetito de mineral de hierro, cobre y carbón, impulsaba la actividad minera en Australia, Sudáfrica y Sudamérica».

Muchos países emergentes siguen siendo los de mayor crecimiento en el mundo, aunque no se estén expandiendo a la misma velocidad que antes. Economistas predicen que el PIB de China crezca 7,5% este año, su ritmo más lento desde 1990 pero mucho mayor al 2% de EEUU.

Los expertos prevén que muchas economías emergentes más pequeñas desde el Sudeste Asiático hasta Sudamérica crezcan a tasas relativamente fuertes, aunque más lentamente que en años previos.

Una señal de que las economías emergentes no se están beneficiando directamente del repunte de Occidente es que los índices de los gerentes de compras de los mercados emergentes, un termómetro del crecimiento del PIB, registraron su menor nivel desde comienzos de 2009, según una estimación agregada compilada por la consultora Capital Economics. Las mismas medidas para EEUU, Europa y Japón se expandieron.

Las cifras de la firma de inversión Bridgewater, basadas en parte en una estimación de las tasas de crecimiento actual en lugar de datos oficiales, muestra que EEUU, Japón y otros mercados desarrollados aportarán alrededor de 60% de los aproximadamente 2,4 billones de dólares en actividad económica adicional que pronostican los economistas para este año. Los mercados emergentes representan el resto.

No hay una explicación única de por qué las economías emergentes se están enfriando. El alza en las tasas de interés de EEUU, basada en las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) retirará su programa de compra de bonos, ha reducido el crédito disponible en partes del mundo emergente que están expuestos a los mercados financieros globales.

Los indicadores económicos chinos más recientes muestran que su desaceleración podría estar tocando fondo, ya que el comercio y la producción industrial vuelven a subir. Aun así, pocos predicen un regreso a la expansión de dos dígitos.

Brasil, la mayor economía de América Latina, se ha estancado en parte debido a la menor adquisición de China por materias primas como el mineral de hierro y el carbón. El PIB brasileño creció alrededor de 1% el año pasado, tras un destacado 7,5% en 2010. El real se ha derrumbado en los dos últimos años, agravando las preocupaciones sobre la inflación.

Sin embargo, el enfriamiento de muchas economías emergentes ha sido suave y está lejos de ser una crisis. Algunas empresas incluso llegan a mostrarse optimistas sobre algunos mercados.

Las ganancias de la minera brasileña Vale SA han descendido durante ocho trimestres consecutivos, ya que su mayor cliente fuera del país es China.

 

Fuente: The Wall Street Journal

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