Los líderes de la Unión Europea (UE) celebran este jueves en Bruselas una cumbre marcada por la fuerte tensión entre Grecia y sus socios de la zona euro, tras evidenciarse su total desacuerdo sobre las políticas de austeridad.
El inicio de la cumbre se vio postergado al menos dos horas, ya que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, participaron hasta este jueves por la mañana en las negociaciones de Minsk para alcanzar un acuerdo de paz en Ucrania.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, líder del partido de izquierda Syriza, que se impuso en las elecciones de fines de enero prometiendo el fin de la austeridad y reclamando una renegociación de la gigantesca deuda de Grecia, afirmó que la UE se encuentra en un «momento crucial». «Estamos ante un momento crucial para Europa. Debemos probar que Europa puede hallar una solución, respetando las posiciones de las partes y combinando el respeto de la democracia y las reglas y normas europeas», dijo tras reunirse con el primer ministro belga, Charles Michel.
En su primera cumbre de los 28 jefes de Estado y de Gobierno de la UE, Tsipras buscará persuadir a sus homólogos sobre el reemplazo del actual programa de austeridad impuesto a Grecia a cambio de los dos rescates de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde 2010 por el que recibió unos 240.000 millones de euros, que termina a fines de febrero.
El ambiente de la cumbre será «pesado, muy pesado» para Tsipras, vaticinó un diplomático europeo. La canciller alemana es el principal obstáculo para Tsipras. Alemania, primera potencia política y económica del bloque, se opone a los planes adelantados por el nuevo gobierno griego. Este jueves estarán sentados alrededor de la misma mesa. De momento no hay planificado un encuentro bilateral.
No solo Berlín se opone a que se reemplace el programa de reformas griego actual por uno más flexible. Finlandia, que prestó a Grecia cerca de 2.700 millones de euros, se muestra intransigente con Atenas. «Tenemos muy poca paciencia. Grecia debe mantener sus compromisos», dijo el primer ministro finlandés, Alex Stubb, que se enfrenta a unas elecciones legislativas en abril.
España también se opone a todo cambio en las reglas para Grecia. Madrid tiene una exposición de 26.000 millones de euros a Atenas, pero el motivo no es únicamente pecuniario. En pleno año electoral, el gobierno de Mariano Rajoy ve como una verdadera amenaza el avance en las encuestas de la formación de izquierda Podemos, estrecho aliado de Syriza.
Fuente: AFP