Este jueves, el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, señaló que la tasa de desempleo del país se mantendrá baja, lo que ayudará a mejorar la confianza del consumidor y el clima general de inversiones a medida que se desacelera la economía global.
Mantega comentó que el año pasado, Brasil alcanzó un punto en el cual el bajo desempleo pasó a ser una preocupación para la inflación, ya que la tasa había caído a 4,6%, pero el actual nivel de 6% es seguro.
Actualmente, la inflación anual de Brasil está situada en 6,4%, lo que motivó al Banco Central del país a elevar las tasas de interés a 8,5%. El ministro indicó que la inflación tenderá a la baja en el futuro cercano.
Es probable que la economía brasileña crezca a medida que Estados Unidos y Europa mejoren, ya que son ellos quienes afectan la economía del país, según informó Mantega. Además, el comercio internacional también mejorará a medida que el real brasileño pierde fortaleza frente al dólar, agregó.
El ministro de Hacienda indicó que una eventual restricción monetaria encontrará a Brasil con una mejor infraestructura, lo que mejorará la productividad y contrarrestará las posibles consecuencias de niveles más bajo de liquidez global.
El gobierno brasileño está atrayendo capital extranjero para financiar proyectos de 230.000 millones de dólares para mejorar las ferrovías, puertos y otra infraestructura del país que actualmente se encuentran en muy mal estado.
Una mejorada infraestructura también podría reducir los costos de producción, indicó Mantega, y así sería un gran paso para mejorar los niveles de inflación.
Brasil registró en 1980 una inflación anual cercana a 5.000%, incluso aún hay contratos y valores de renta fija vinculados al índice de inflación. Mantega considera que, a medida que desaparecen esos instrumentos de la economía, la inflación se debilitará y la actual meta oficial de inflación anual de 4,5% podría ser revisada a la baja.
Fuente: online.wsj.com