La economía de México se contrajo por primera vez en cuatro años durante el segundo trimestre, cuando una menor demanda de exportaciones y la debilidad en los sectores de construcción y de servicios colocaron al país entre los mercados emergentes que luchan para no perder su impulso en un panorama global difícil.
El Producto Interno Bruto se redujo 0,74% frente al primer trimestre en términos desestacionalizados, indicó el martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Eso se traduce en una tasa anualizada de 2,9%.
México se ha convertido en otro punto débil en la economía mundial, junto a otros grandes mercados emergentes como Brasil, que se ha visto afectado por una caída de los precios de los commodities. Las cifras le agregan urgencia al plan de reforma del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que incluye una propuesta para permitir una mayor inversión privada en el monopolio energético de México.
La economía se expandió 1,5% frente al segundo trimestre de 2012, por debajo del estimado medio de 2,3% de 10 economistas encuestados por Dow Jones Newswires, lo que lleva el crecimiento del primer semestre a 1%.
«En resumen, los más pesimistas fueron los más optimistas sobre este reporte del PIB», indicó el economista independiente Jonathan Heath.
La débil demanda de exportaciones no petroleras perjudicó las manufacturas, e incluso el fuerte sector automotor se desaceleró tras varios años de crecimiento de 10% o más, indicó Heath. La construcción, en particular de viviendas para personas de bajos ingresos, se encuentra en crisis, y las limitaciones bajo la regulación de un presupuesto balanceado también están haciendo presión sobre la producción.
Una caída en las remesas que envían los mexicanos que viven en otros países probablemente limitó el consumo entre los destinatarios de ingresos bajos y medios, y la inversión fija se estancó ya que mucha gente decidió esperar a ver cómo el gobierno avanzaba en sus reformas económicas, agregó Heath.
La aprobación de cambios profundos en leyes de educación y telecomunicaciones, y las perspectivas de reformas en energía e impuestos, alimentaron una ola de optimismo sobre México que produjo un sólido influjo hacia las acciones y los bonos locales este año.
Pero «los mercados quizás no se dieron cuenta de que el impacto total de las reformas se sentirá a partir de principios de 2014, y el pico se registrará en los próximos cinco años», señaló Benito Berber, estratega de Nomura Securities. «Finalmente, luego de crecer con fuerza desde 2010, la actividad económica mexicana se encaminaba a estancarse, en particular considerando las dificultades fiscales en EE.UU.».
La reacción de los mercados al informe fue imperceptible. Las acciones y los bonos locales subieron el martes mientras el peso se mantuvo firme frente al dólar.
La lectura más reciente de la economía llevó a revisar a la baja varias cifras, incluidas las de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que recortó la previsión del gobierno para el año entero a 1,8% desde 3,1%. El subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, indicó que el gobierno aún prevé una aceleración en el segundo semestre, respaldada por un desempeño industrial más sólido de EE.UU. y el crecimiento del empleo y el crédito en México.
La firma de investigación Capital Economics dijo que cree que México pasó la peor parte de la desaceleración en el segundo trimestre, y «aunque ahora pensamos que difícilmente el crecimiento del PIB superaría 2% este año, creemos que se aceleraría a 4% en 2014 y 4,3% en 2015, con lo que superaría al resto de América Latina».
Fuente: The Wall Street Journal