La agencia de calificación de riesgo estadounidense Moody’s rebajó hoy los bonos venezolanos de Caa1 a Caa3 y cambió su perspectiva de negativa a estable, tras evaluar que el riesgo de impago del país se ha incrementado «sustancialmente».
La consultora estimó en un comunicado que en caso de que Venezuela caiga «en default» (impago), las pérdidas de los tenedores de bonos superarían el 50% de sus instrumentos de deuda.
La fuerte caída de los precios internacionales del petróleo, principal fuente de divisas de Venezuela, empujó a Moody’s a rebajar la calificación de la deuda del país, explicó en un comunicado.
La agencia de calificación de riesgo estadounidense ha venido advirtiendo en los últimos meses, desde que hace un año rebajó los bonos venezolanos en dólares de B2 a Caa1 con perspectiva negativa, un «notorio incremento» del riesgo de colapso económico y financiero en el país caribeño.
Ello, ha dicho, por «desequilibrios macroeconómicos cada vez más insostenibles», lo que incluye «un muy elevado nivel de inflación y una marcada depreciación de la tasa de cambio paralela».
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció en las últimas semanas un plan de recuperación económica del que aún no se conocen los detalles, aunque ya anticipó que incluirá un nuevo sistema cambiario y una reforma fiscal, entre otros asuntos.
El plan fue anunciado por Maduro a finales de diciembre pasado, después de que el Banco Central revelara una contracción de la economía durante los primeros tres trimestres de 2014 y una inflación hasta noviembre del 63%.
El gobernante culpa de ello a una «guerra económica» que atribuye a sus opositores para intentar dar al traste con su gestión y a la adicional caída de los precios internacionales del petróleo, de lo cual responsabiliza a Estados Unidos.
Venezuela ha sufrido la pérdida de más del 30% de sus ingresos como consecuencia de la caída de los precios del crudo, de cuya exportación obtiene 9 de cada US$10 que ingresan en el país.
Esos dólares son administrados en exclusiva por el Estado que en febrero de 2013 fijó la paridad en 6,30 bolívares por dólar y anunció la creación del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad).
En este mercado paralelo oficial el tipo de cambio fluctúa y el coste de la divisa estadounidense registra una cotización que en la actualidad promedia el doble de la tasa oficial fija de 6,30 bolívares por dólar.
El Gobierno dio vida luego a un llamado Sicad II, donde la cotización asimismo fluctúa y la divisa estadounidense reporta un coste aproximado a los 51 bolívares en la actualidad.
En Venezuela rige adicionalmente una cuarta cotización que ofrece el mercado no oficial especulativo, donde la divisa se cotiza hoy en casi 180 bolívares, precio que pagan «solo los estúpidos», según dijo Maduro hace una semana.
Fuente: EFE