Wall Street ha recibido otro golpe por culpa del corretaje de commodities. Dos de los bancos más importantes han perdido dinero en el negocio de ofrecer coberturas al monopolio petrolero de México contra los riesgos de las fluctuaciones de precios.
En cierto punto de los últimos tres meses, Citigroup Inc. había perdido al menos US$25 millones y Deutsche Bank AG DBK.XE -0.03% también reportó pérdidas de cerca de US$5 millones, según fuentes al tanto de los contratos que los bancos firmaron a fines del año pasado con Petróleos Mexicanos S.A.
Las pérdidas son el golpe más reciente a las operaciones de materias primas de los bancos globales más importantes, los cuales han sido vapuleados en años recientes por una regulación más estricta y un menor interés de los inversionistas en los mercados de commodities.
El martes, la firma de consultoría Coalition informó que los ingresos por materias primas en los 10 principales bancos globales de inversión cayeron en 2013 a US$4.500 millones, 18% menos que en 2012 y 68% por debajo de su cenit cinco años atrás.
Estos acontecimientos subrayan las amenazas que existen en el negocio principal de los bancos de ayudar a los clientes a manejar riesgos, y más allá de los llamados negocios con capital propio que los reguladores han restringido desde la crisis financiera de 2008.
El programa de cobertura (hedging) de Pemex es uno de los más grandes del mundo, según participantes de la industria. El secretario de Hacienda de México dijo en un discurso en noviembre que en 2013 la empresa le pagó a un número no especificado de bancos un total de US$450 millones para establecer coberturas de precios del petróleo, como opciones de contratos bajo los cuales los bancos pagan a la empresa cuando los precios caen por debajo de cierto nivel.
En años recientes, la serenidad en los mercados hizo que los acuerdos fueran seguros para las grandes firmas financieras. Pero el precio de referencia de los contratos futuros de petróleo en Estados Unidos cayó 15% en el tercer trimestre del año pasado antes de recuperarse este año, desestabilizando los planes de algunos de los bancos.
Las pérdidas de los bancos son parcialmente en papel, en lugar de reales, y se derivan principalmente de transacciones que realizaron para reducir sus propios riesgos cuando los precios del crudo caen. Las pérdidas toman en cuenta las comisiones que las firmas recibieron. El repunte de los precios en las últimas semanas puede haber mejorado la posición de los bancos y podrían terminar con un saldo positivo cuando los contratos se cumplan en el tercer trimestre de este año.
Los bancos que realizan operaciones de cobertura para sus clientes usualmente acuden a los mercados de futuros y opciones para protegerse a sí mismos de posibles pérdidas en los riesgos que asumieron. Pero no existe un mercado de futuros para el crudo mexicano, lo que complica los esfuerzos de los bancos.
El crudo mexicano «es difícil, porque no hay una cobertura de mercado que puedas utilizar para protegerte de él», dice John Auers, subdirector ejecutivo de la firma de consultoría Turner, Mason & Co. en Dallas.
Cada año, Pemex les pide a corredores del sector energético experimentados de algunos bancos que la ayuden a protegerse contra una caída en los precios del crudo.En el pasado, la empresa ha contratado a Goldman Sachs Group Inc., J.P. Morgan Chase & Co. y Barclays PLC, aunque este año no está claro el alcance de su participación.
Pemex fija el valor de su petróleo utilizando una combinación ponderada de otros cuatro contratos globales de crudo. El número es luego ajustado por un factor discrecional que le permite a México mantener sus precios competitivos frente a otros crudos de producción estatal en la región.
La creciente producción estadounidense ha puesto de cabeza las relaciones tradicionales de precio entre decenas de referentes de crudo que se negocia alrededor del mundo. El desequilibrio ha sido particularmente agudo en el mercado petrolero de la Costa del Golfo de EE.UU., donde México vende la mayor parte de sus exportaciones de crudo.
Este año, México estableció un precio mínimo de US$81 por barril, dijo en noviembre Luis Videgaray Caso, el secretario de Hacienda. Poco después, los precios globales del crudo empezaron a caer, lo que intensificó la presión sobre los bancos para protegerse contra las posibles pérdidas en los contratos de Pemex.
La cotización del crudo mexicano no ha bajado al precio requerido para activar las opciones, dijeron fuentes al tanto de los contratos, y los precios podrían subir en los próximos meses, lo que reduciría o revertiría las pérdidas.
Las pérdidas de los bancos reflejan sus obligaciones con México en los meses futuros estipulados por la cobertura, en los que los precios están varios dólares más bajos que los actuales. Además, los bancos pueden perder dinero sobre sus propias coberturas si los mercados dan un giro en contra, o si la relación entre el crudo mexicano y el de otros contratos de referencia se rompe.
Un factor determinante fue el aumento en los inventarios de crudo producido por EE.UU. en momentos en que las refinerías reducían la demanda y las importaciones se mantenían elevadas, lo que creó un exceso de petróleo en el Golfo. Esas condiciones se han moderado pero siguen siendo retos a largo plazo para los precios.
Citigroup empezó a trabajar con Pemex este año por primera vez. El banco de Nueva York se ha esforzado por ampliar su negocio de commodities en momentos en que otras firmas se retiran del sector. Citigroup asumió una porción del programa más grande de lo esperado y ha tenido problemas para compensar su exposición, según personas al tanto.
Deutsche Bank también ha tenido problemas tratando de cubrir sus posiciones, según una persona al tanto de las operaciones del banco.
Fuente: The Wall Street Journal