El presidente de México, Enrique Peña Nieto, presentará esta semana una propuesta para modificar la constitución del país, con el objetivo de que las principales petroleras privadas vuelvan a participar en los yacimientos mexicanos, ya que no lo hacían desde la nacionalización del sector en 1938.
De aprobarse el proyecto de ley, que será enviado al Senado este miércoles, este sería considerado como una iniciativa que podría fortalecer la imagen económica de México, atrayendo a miles de inversionistas. Además, fortalecería el poder del mandatario en su intento por transformar el país en otros frentes, como el fiscal y el judicial, cuyos sistemas son considerados disfuncionales.
Por su parte, los economistas aseguran que esta decisión sería una oportunidad para impulsar la competitividad de la economía mexicana y probablemente revertiría la caída en su producción petrolera, reposicionando al país en las grandes ligas de las potencias exportadoras de crudo.
Benito Berber, estratega de Nomura Securities en Nueva York, señaló que «si la reforma se aprueba, esperaría un crecimiento de doble dígito en las inversiones para el próximo año».
Peña Nieto quiere permitir que las empresas privadas puedan compartir los riesgos de desarrollar reservas energéticas cada vez más complejas, como los depósitos de crudo en aguas profundas, dejándoles producir gas y petróleo a través de acuerdos de ganancias compartidas y alianzas con la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Los contratos de servicio actuales sólo han atraído a proveedores de petróleo, como Schlumberger o Halliburton, quienes trabajan en nombre de Pemex pero no pueden perforar por su cuenta.
El proyecto de ley tiene el apoyo del PRI, el partido actualmente en el poder, y cuenta con el respaldo del PAN, el partido opositor de derecha. Sin embargo, el izquierdista PRD probablemente se opondría a los cambios y se prevé que el ex candidato presidencial Andrés López intente organizar manifestaciones callejeras en contra de la medida.
Si estas protestas llegaran a cobrar fuerza, podrían causar problemas, y es esta una de las razones por las que el gobierno quiere que el voto se lleve a cabo en un plazo de semanas para que no se afecte el país.
Alejandro Schtulmann, director de la firma de consultoría política Empra, comentó que «la manera en que el gobierno explique la reforma energética y por qué es necesaria, será fundamental para su éxito, que probablemente definirá el resto de los seis años de la presidencia de Peña Nieto».
El sector petrolero de México ha estado fuera del alcance de empresas como Exxon Móbil y Royal Dutch Shell desde que el ex presidente Lázaro Cárdenas hiciera historia al convertirse en el primer líder de un importante país productor de crudo en apoderarse de activos de petroleras extranjeras, convirtiéndolo en un modelo a seguir para los mandatarios nacionalistas en otras naciones ricas en recursos energéticos.
En la presentación pública de la iniciativa, se prevé que el presidente del país lleve a cabo una fuerte defensa de la propiedad pública de los hidrocarburos y de Pemex, que fue fundada por Cárdenas poco después de la expropiación.
«Llegó el momento de romper con viejos nacionalismos, tabús anticuados que ni el presidente Cárdenas, a quien todos admiramos, defendió», declaró Manlio Fabio Beltrones, líder del PRI en la Cámara de Diputados. «Sin perder la propiedad de los hidrocarburos, debemos buscar la manera de encontrar buenos socios y compartir las utilidades con ellos» agregó.
No obstante, la decisión de Cárdenas tenía mucho sentido para ese entonces. Las petroleras en los años 20 eran conocidas por su comportamiento algo abusivo, ya que gran parte de sus ganancias eran enviadas al exterior. El mayor problema surgió cuando las petroleras extranjeras se negaron rotundamente a cumplir con una orden judicial de un aumento salarial para los trabajadores.
Pero, finalmente, las cosas han venido cambiando, ya que el crudo financia más de un tercio de todo el presupuesto de México, las décadas de menor inversión han causado un declive en la producción y una escasez de profesionales cualificados en la industria. Se calcula que México cuenta con las cuartas mayores reservas de gas de esquisto en el mundo, pero importa gas de Estados Unidos, aumentando así los costos para sus fabricantes.
México es el país que tiene las leyes petroleras más restrictivas, a excepción de Kuwait y Corea del Norte. Sin embargo, naciones como Brasil, Noruega y Nigeria permiten que empresas privadas compartan los riesgos y recompensas de la exploración petrolera.
Fuente: online.wsj.com