La agencia de calificación Standard and Poor’s (S&P) rebajó hoy la nota crediticia de los cuatro principales bancos griegos de «CCC+» a «CCC» y la colocó en perspectiva negativa por el creciente peligro de impago durante los próximos doce meses.
En un comunicado, S&P señaló que, a medida que se acerca el final de la prórroga del rescate a Grecia y ante la ausencia hasta el momento de un acuerdo, ha aumentado la probabilidad de que se impongan controles de capital para detener nuevas salidas de depósitos.
Los problemas de liquidez que afrontan Alpha Bank, Eurobank, National Bank of Greece y Piraeus Bank se reflejan en la fuerte salida de depósitos a lo largo de los últimos meses, indicó.
S&P recordó que desde finales de noviembre de 2014 hasta finales de abril han salido de los bancos 35.000 millones de euros, lo que supone el 20 % del total de depósitos.
Se estima que el flujo de salida continuó en mayo y se aceleró a principios de junio, lo que hace prever que la dependencia de los bancos del ELA, el mecanismo de asistencia a la liquidez del Banco Central Europeo, seguirá aumentando para poder continuar cumpliendo con sus necesidades de refinanciación.
Según S&P, incluso si Grecia cerrara a lo largo de la próxima quincena un acuerdo con sus acreedores que permita el desembolso del rescate pendiente por valor de 7.200 millones de euros, este monto sería insuficiente para cubrir el servicio de la deuda más allá de septiembre.
«En nuestra opinión, esto implica que la confianza y la actividad inversora seguirán siendo débiles y que no se darán perspectivas de crecimiento, por lo que los activos de los bancos griegos continuarán deteriorándose», añadió.
S&P precisó que podría revisar la perspectiva de negativa a estable «si la situación política en Grecia mejora y la presión sobre el perfil financiero de los bancos comienza a ceder, o si creemos que el apoyo externo adicional es más seguro».
Fuente: EFE