Mientras que los líderes de Washington buscan alcanzar un acuerdo que evite una cesación de pagos de Estados Unidos, los inversionistas y los bancos se han deshecho de deuda estadounidense por valor de miles de millones de dólares.
En las dos últimas semanas, los inversionistas han vendido montañas de deuda soberana a corto plazo de Estados Unidos. Los bancos también han reducido sus carteras de ese tipo de deuda en un 50% en ese período, según los datos de la Reserva Federal de Nueva York.
En medio de la ansiedad sobre las cuentas de Estados Unidos a corto plazo, la rentabilidad de la deuda del país que vence en un mes ha subido a niveles superiores a la de los títulos que vencen dentro de más de seis meses. Lo habitual es que los emisores paguen un interés mayor por la deuda con un vencimiento mayor.
Además, algunas firmas están estudiando evitar que sus clientes usen deuda estadounidense a corto plazo como garantía de ciertas operaciones, según fuentes conocedoras de la situación.
Muchos fondos del mercado de dinero han comenzado a deshacer operaciones para no verse atrapado con una falta de liquidez en el caso de que los mercados vayan a peor.
Fuente: WSJ