Venezuela lanzó una ofensiva en busca de apoyos dentro y fuera de la OPEP de cara a la próxima reunión del cartel petrolero, para tratar de estabilizar los precios del crudo y reducir su vulnerabilidad financiera.
El desplome del petróleo Brent por debajo de 80 dólares ha disparado las alarmas en el país, que obtiene 96% de sus divisas de las exportaciones de crudo y derivados. Algunos analistas señalan temores en el gobierno por esta situación.
Esas divisas son clave para la seguridad alimentaria y sanitaria de un país que importa la mitad de su comida y un porcentaje mucho mayor de medicinas.
Aunque el presidente Nicolás Maduro asegura que Venezuela está preparada para cualquier descenso en la cotización del barril, el canciller venezolano, Rafael Ramírez, emprendió la semana pasada una gira por varios países OPEP y no OPEP para tratar de revertir la acelerada debacle del crudo, que en el caso venezolano ha perdido 23% de su valor en tres meses.
Ramírez visitó Argelia, Qatar, Irán y Rusia, y antes había estado en México y recibido en Venezuela al ministro saudí de petróleo.
El lunes por la noche el mandatario aseguró que su gobierno ha «coordinado una reunión especial de países OPEP y no OPEP muy pronto, para tomar decisiones en defensa del petróleo y de los precios del petróleo».
Fuente: AFP