Las entregas de aluminio a depósitos operados por grandes bancos y firmas de corretaje se han desplomado en los últimos meses, lo que pone en evidencia la retirada de Wall Street del otrora lucrativo negocio de las materias primas debido a mercados estancados, nuevas normas y el escrutinio regulatorio.
El bajón marca un cambio de dirección en una práctica que impulsó durante años las ganancias de operadores de depósitos como Goldman Sachs Group y Glencore Xstrata. Estas estrategias de almacenamiento ahora son objeto de investigaciones de varias autoridades estadounidenses, incluyendo un comité del Senado.
El giro subraya los esfuerzos de Wall Street para exprimir ganancias de plantas eléctricas, oleoductos y depósitos de metales. Tras gastar miles de millones de dólares durante varias décadas en una expansión a todos los rincones del negocio de materias primas, Goldman Sachs, J.P. Morgan Chase & Co. y Morgan Stanley están intentando vender activos de commodities. «El juego como lo conocemos parece haber terminado», dice James Malick, socio de consultoría en el área de mercados de capital de Boston Consulting Group. «Es difícil ver algo nuevo que sea más audaz, grande o mejor» en los bienes básicos.
En su apogeo, las firmas ofrecían efectivo a los productores de aluminio, descuentos en el alquiler y otros incentivos para que almacenaran el metal en lugar de venderlo a usuarios como cerveceras y fabricantes de gaseosas, según analistas y operadores. El prolongado tiempo en inventario generaba grandes ingresos de alquiler para los propietarios de depósitos, lo que más que compensaba los incentivos pagados.
Compradores de aluminio industrial como Coca-Cola y el fabricante de láminas de aluminio Novelis se han quejado ante la Bolsa de Metales de Londres de que los depósitos habían ralentizado las entregas de aluminio de manera artificial, limitando la oferta y escalando los precios.
Los envíos diarios promedio de aluminio a los depósitos de la Bolsa de Metales de Londres descendieron 79% en los primeros 19 días de agosto frente a dos meses antes, según datos de la consultora sobre metales CPM Group. La tasa diaria promedio de entregas de aluminio de agosto es la menor desde noviembre de 2011, indica CPM Group.
Al mismo tiempo, los incentivos en efectivo ofrecidos a productores por los bancos y firmas de corretaje que controlan las instalaciones recientemente disminuyeron desde más de 200 dólares el trimestre pasado a 50 dólares por tonelada, dicen operadores. A medida que llega más metal al mercado, los sobrecargos por entrega inmediata han caído 7,2% desde su récord en julio, calcula Platts, proveedora de datos de commodities.
El declive en las ganancias de las materias primas está impulsando la retirada, en medio de mercados más tranquilos con oportunidades limitadas de transacciones y mayores requisitos de capital que han encarecido la operación de estos negocios. Los ingresos por bienes básicos en los 10 mayores bancos de inversión del mundo en 2012 cayeron 57%, a US$6.000 millones, comparado con 2008, según la consultora de investigación Coalition. En el primer semestre de 2013, la facturación bajó 25% frente al mismo período del año pasado.
El corretaje de materias primas en 2008 generó hasta un tercio de los ingresos en las divisiones de creación de mercado de los grandes bancos, que conectan a compradores y vendedores de renta fija, divisas y commodities. Ahora, representa menos de 7%.
J.P. Morgan planea vender activos físicos como depósitos y plantas eléctricas.
Goldman Sachs ha explorado una venta de su división de almacenamiento de metales, Metro International Trade Services. La firma ha mantenido, en sus instalaciones de Detroit, una reserva de más de 1,5 millones de toneladas de aluminio, o 27% del inventario global de la Bolsa de Metales de Londres de ese metal. Metro opera 29 de 37 bodegas con licencia de la Bolsa de Metales de Londres allí.
UBS AG cerró en 2012 todas sus mesas de corretaje de commodities no ligadas a metales preciosos, como oro y plata.
En Morgan Stanley, un pionero del negocio de materias primas que no cuenta con una división de almacenamiento, el golpe ha sido fuerte. Según personas al tanto, los ingresos de su división de materias primas cayeron a menos de 1.000 millones de dólares el año pasado, frente a los casi 3.000 millones de dólares de hace cinco años. La firma intentó vender su negocio de commodities en 2012, pero no llegó a un acuerdo con el fondo soberano de Qatar, según fuentes.
La mayoría de los bancos está reteniendo divisiones que realizan transacciones vinculadas a commodities para clientes como fondos de cobertura, aerolíneas y fabricantes que buscan apostar a cambios de precios o cubrirse de riesgos. Pero el volumen de las operaciones ha caído de forma pronunciada debido a normas que limitan el corretaje de los bancos y la reducción de las grandes oscilaciones de los mercados.
Fuente: The Wall Street Journal