A pesar de todo el alboroto suscitado por startups como WhatsApp, la aplicación de mensajería móvil comprada por Facebook recientemente por u$s19.000 millones, las valuaciones de primera ronda de empresas nuevas en Estados Unidos cayeron el año pasado.
Las valuaciones de la etapa de financiamiento de capital semilla -que se determina cuando una empresa se prepara para lanzarse oficialmente- cayeron casi 30%, de u$s2,7 millones en 2012 a cerca de u$s2 millones en 2013, y menos de la mitad de un máximo de u$s4,8 millones alcanzado en 2000, según Dow Jones VentureSource.
Asimismo, las valuaciones de financiamiento de primera ronda descendieron 28% a u$s5 millones, frente a los u$s7 millones de 2012, y lejos de los u$s12 millones de 2000, indicó este viernes el diario norteamericano The Wall Street Journal.
Las startups ligeramente más establecidas parecen tener mejor desempeño: las empresas privadas que ya estaban operando y que recibieron financiamiento de capital de riesgo de por lo menos tercera etapa el año pasado tuvieron una valoración de u$s103 millones, un alza de 61% frente a u$s64 millones en 2012 y sobrepasaron el máximo de u$s89 millones de 2000.
En 2013 se llevaron a cabo 3.480 rondas de financiación para compañías estadounidenses respaldadas por capital de riesgo, que llegaron a un total de u$s33.080 millones, según VentureSource.
Parte del problema, informaron al WSJ los inversionistas de capital riesgo, es que es difícil establecer el valor de empresas pequeñas que aún no tienen ingresos ni ganancias. «Fijar el valor de empresas en etapas iniciales es un arte, recubierto de ciencia, y mucha oferta y demanda», afirmó Nick Beim, socio en la empresa de capital de riesgo Venrock Associates en Nueva York.
En general, solo un pequeño grupo de empresas nuevas, como el servicio de mensajería Snapchat, puede generar tracción rápida con los usuarios, y así atraer un interés intenso de los inversionistas. Por lo tanto, a menos que tengan una nueva tecnología, los inversionistas dudan en dar grandes valoraciones a empresas muy pequeñas.
Las salidas a bolsa de compañías valoradas en menos de u$s50 millones representaron 80% del mercado de OPI en los 1990, pero equivalen a menos de 20% del mercado hoy en día, según David Weild, presidente de la junta del banco de inversión Weild & Co. y ex presidente de la junta de Nasdaq Stock Exchange.
Según Mike Carter, presidente ejecutivo de BizEquity, una empresa en línea de valuaciones para pequeñas empresas con sede en Pensilvania, el valor de las pequeñas firmas privadas concuerda con el crecimiento en el producto interno bruto más que con los altibajos de la bolsa de valores norteamericana. En su análisis de más de 950.000 empresas nuevas respaldadas por deuda o por participaciones de capital con menos de u$s50 millones en ingresos, BizEquity halló que la valuación promedio ajustada por la inflación fue de u$s1,8 millones en 2013, una ligera alza frente a u$s1,77 millones en 2012, e igual a 2001.
Marianne Hudson, directora ejecutiva de Angel Capital Association, dijo que aunque ahora es más fácil lanzar una empresa los inversionistas de etapa inicial se están volviendo más sofisticados y mejores a la hora de valorar una startup ahora que hace una década. Eso probablemente ha impedido que las valuaciones para empresas incipientes asciendan, y ha logrado que los valoren concuerden más con el mercado, añadió.
La oferta y la demanda también está jugando un papel importante en las valuaciones de empresas muy jóvenes, dijo John Huston, el gerente de un grupo en Ohio de personas acaudaladas que invierten en startups tecnológicas, citando la explosión en la última década de incubadoras que alientan la creación de empresas nuevas. En consecuencia, dijo, los emprendedores enfrentan mayor competencia para obtener financiamiento de primeras etapas, a medida que más empresas ingresan al mercado. «Nunca he visto a tantos emprendedores en busca de financiamiento», aseguró, y «por lo tanto elegimos solo a los mejores que podemos encontrar en un momento dado».
Fuente: Yahoo.com